En el mundo del marketing y la comunicación, es habitual crear campañas basadas en el público objetivo que se pretende impactar. Para lograrlo, es necesario comprender sus características, estilo de vida, gustos, edad, estado socioeconómico, estado civil, entre otros aspectos relevantes.
Aunque existen herramientas como el buyer persona para entender mejor el perfil del usuario al que se dirige la marca, estas no están exentas de sesgos o errores de interpretación. Uno de los sesgos más comunes en estos casos es generalizar un caso específico y asumir que se aplica a toda la audiencia, lo cual puede deberse a que los encargados del análisis no consideran más casos reales y se limitan a interpretar la información desde su propio paradigma.
Otro error frecuente ocurre al realizar encuestas o entrevistas, las cuales pueden estar sesgadas por la selección inadecuada de usuarios encuestados. Es crucial tomar muestras verdaderamente representativas y hacer las preguntas adecuadas para obtener información valiosa para el objetivo final. En ocasiones, nos encontramos con entrevistas o encuestas que, por sí solas, no resuelven todas las dudas ni proporcionan las garantías necesarias para sustentar un proyecto.
Aquí es donde entra en juego el neuromarketing. Hasta ahora, las garantías que teníamos para la investigación eran inexactas y sujetas a interpretación y teorización. Sin embargo, todo eso cambió con la llegada del neuromarketing, ya que ahora contamos con las garantías suficientes para ejecutar campañas exitosas. Gracias a la monitorización de la actividad cerebral y corporal, podemos obtener el apoyo perfecto para la investigación.
Para aprovechar al máximo el neuromarketing, es esencial combinar de manera eficaz las antiguas herramientas de investigación con las nuevas que ofrece esta disciplina. Con ello, podemos medir el verdadero impacto que generan nuestros productos, el diseño de nuestro packaging, la experiencia en nuestra web y todo lo que necesitamos testear. Esto, junto con los testimonios y opiniones de los usuarios, nos permite obtener conclusiones más concretas y enfocadas en el problema real, que quizás no habíamos identificado previamente.
Con un problema claro y fundamentado, será mucho más fácil llegar a la parte creativa y de ejecución de la campaña. Al contar con insights de primera mano y un camino más claro para recorrer, el neuromarketing se presenta como un salvavidas para futuros proyectos, ofreciendo garantías de éxito y eficacia, algo que antes parecía poco probable.
En conclusión, el neuromarketing representa una auténtica revolución en la investigación de mercado, brindándonos una comprensión más profunda y precisa del comportamiento del consumidor, lo que nos permite tomar decisiones más acertadas y crear campañas exitosas que generen un impacto significativo en el mercado.