El marketing y la publicidad, por excelencia, son las artes de la persuasión, por tanto, a la par de los avances tecnológicos, se han realizado investigaciones que han roto esquemas y han expandido los límites de lo posible, sin embargo, a la par de estos avances, se han instaurado leyes y protocolos para proteger a los consumidores, estos avances desde el siglo XX, se enfocaron en la calidad y el impacto de los productos en la salud del público.
Sin embargo, las leyes ahora tienen un nuevo enfoque, en el cual, buscan proteger los datos y la información de los usuarios, debido a esto, han surgido bases de datos, por lo que, inclusive, se ha convertido en un negocio en el cual, las empresas que obtienen datos de muestras representativas del mercado, venden estos por una suma significativa de dinero.
Pero, aquí es donde surge una duda, ¿cómo podemos realizar estudios e investigaciones en las cuales respetemos las leyes y los derechos de protección de datos?, existen formas muy claras de hacerlo, las cuales son:
- En primera instancia, se sobreentiende que debe existir una ausencia de coerción en estas situaciones, es decir, que sea un acto consensuado y el usuario tenga presente en todo momento que esta actividad de testeo e investigación es algo completamente voluntario.
- En segundo lugar y para llevarlo más a un terreno legal, es necesario realizar un consentimiento informado para todos los usuarios que vayan a realizar este procedimiento, en el cual confirman que están conscientes del tratamiento de sus datos, de su compilación y su análisis, este consentimiento informado, es una forma eficaz de garantizar el estudio y no tener problemas posteriores en caso de que uno de los usuarios quisiera tomar acciones legales.
En estos consentimientos, deben estar reflejados los datos del usuario, sus datos de identificación, y también los estudios que se le realizará, también, para la seguridad de la empresa, en caso de los estudios puedan ser perjudiciales para cierto segmento de la población, se debe advertir de antemano y en el consentimiento informado debe estar escrito textualmente las contraindicaciones que puede tener.
En conclusión, si nuestra empresa decide dar el paso y comenzar a realizar estudios de neurociencia, cualitativos o cuantitativos, es necesario conocer las condiciones y los requerimientos que debemos cumplir.
